Lo universal no es concreto

miércoles 24 mayo 2017

‘»Cuando la filosofía baja de la academia y entra en el campo, cuando la filosofía se atreve a pisar el campo, se siente pequeña y avergonzada».

Juan Mayorga

 

¿Y entonces de qué me has dicho que trata la función?

Imagino que en todas las artes ocurrirá algo similar. “De qué va”. Cada cual con sus materiales y sus propias frustraciones pero en los lugares comunes aparecerá la pregunta: ¿Qué escribo/pinto/canto/cuento?

Las referencias no son peligrosas, los dogmas sí. La búsqueda de la universalidad es un terreno repleto de brumas y desafíos.

Buscar un lugar del que hemos oído su existencia en la mitología oscura de las civilizaciones más remotas, es buscar un lugar que tal vez no exista. Suelen sus viajes ser transoceánicos, largos y desorientados, unos trayectos difíciles; donde hay momentos de renuncias y ceremonias equivocadas. Encontrar lugares a los que llamamos “las indias” aunque no lo sean.

Estas largas expediciones, interrumpidas por la desorientación constante en medio del océano y que empiezan buscando el paraíso, suelen terminar con un sentimiento insufrible de naufragio; o lo que es aún peor, con un espejismo producido por la desesperación.

Cuando no se encuentra el lugar que se busca, se busca cualquier lugar.

En nuestro viaje, vendíamos a los viajeros, una maravillosa playa de tierra blanca y aguas cristalinas. En la realidad, solo hay arena y agua ¿pero es una playa? ¿Qué estamos dispuestos a decir para convencerlos?

Tomar por tontos a nuestros contemporáneos es mucho menos grave que tomarlos por ciegos. Tenemos adquirida una capacidad asombrosa para dejarnos sorprender (o para hacernos los tontos) pero nos cuesta más omitir lo que vemos.

¿De qué va entonces la función?

A: De una playa que….

B: ¿Una playa? ¿Dices el vaso y la arena?

A: Imagina que es una playa…

B: Si yo me lo imagino, pero no es una playa.

Y es entonces cuando empieza el espejismo. Empiezan las excusas. Empiezan las justificaciones del artista.

Entiendo que un artista no debería ni justificarse ni ser explicado. Y tampoco perder la paciencia si alguien le exige algo de esto. En el terreno infinito de nuestra imaginación y valorando nuestro esfuerzo por encima de otros valores, utilizamos frases muy peligrosas:

“Es que (TÚ) no has entendido lo que (YO) he querido decir.”

“Si te hubieras dado cuenta de…entenderías qué….”

Aquí es donde está el fin del camino: en la búsqueda de una historia que cuadre con el imaginario colectivo y que toque las emociones de cada uno de los corazones.

Pues eso es LO UNIVERSAL ¿no? ¿O es que no estoy entendiendo nada?

Desde mi punto de vista (en el que seguro estoy también buscando la universalidad y el asentimiento común) lo concreto no está de moda; siendo en mi opinión (de nuevo universal) lo más necesario.

Echo de menos pensar en “Hamlet” como la historia de un chico al que se le ha muerto su padre. Estoy harto de pensar en Shakespeare como un evento sobre la conciencia humana.  Quizás la búsqueda de ficciones que traten sobre conceptos tan universales y reservados a la filosofía, está haciendo que perdamos cierta consciencia dramática.

La Gente Normal, la que creo que debe ser protagonista del teatro actual, no lucha por LA JUSTICIA, ni por LA CONCIENCIA, ni siquiera por el AMOR. No lucha por conceptos. Lucha contra un policía que le ha puesto una multa. Intenta comprender por qué lo han despedido o por qué tienen que despedir a alguien. Intentan no estar tristes porque su matrimonio se acaba.

La Gente hace cosas para responder a otras cosas. Y entiendo esta acción concreta y particular como Universal; pero solamente en un análisis posterior, no como un método de creación.

Ocurre lo mismo cuando intentas escribir una suerte de artículo y es el primero que haces. Intentas que sea universal y la cagas.

No sé si me estoy explicando o es que (seguro) no entendéis nada.

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